Bill Gates (65) fue uno de los primeros en avizorar los daños que una pandemia provocaría en la salud y en la economía de la población mundial. En 2015 ya decía: "No estamos preparados para la próxima epidemia".
Desde mucho antes de que se declarara la pandemia por COVID-19, el fundador de Microsoft predijo lo que se vendría y compartió esos datos en una serie de conferencias auspiciadas por la Fundación Gates.
Finalmente el COVID-19, detectado por primera vez en Wuhan, China, se expandió rápidamente por todo el mundo, terminando con más de un millón de vidas (hasta hoy).
El lunes pasado, Gates lanzó una nueva edición de su famoso podcast junto a Rashida Jones, en el que se despachó sobre la crisis actual y las consecuencias que tendrá en la realidad de las personas y las empresas.
El título de su análisis fue “¿Cómo se verá el mundo después del COVID-19?” y éstos son los seis puntos en los que veremos cambiada nuestra realidad.
1- La virtualidad se mantendrá
Según el hombre que es dueño de la segunda fortuna más grande del mundo, el coronavirus alterará el modo en el que viajábamos y hacíamos negocios hasta marzo de este año. “Al igual que la Segunda Guerra Mundial atrajo a las mujeres a la fuerza laboral y mucho de eso se mantuvo, ahora se nos permitirá preguntar: ‘¿Tengo que ir allí físicamente?’”, sostuvo Gates. De ese modo afirma que se mantendrá y fortalecerá la virtualidad, incluso para reuniones de trabajo. Lo presencial se reducirá muchísimo. Lo mismo ocurrirá, según dijo, para estudiar o tener una cita con el médico.
2- Los softwares para los encuentros virtuales se sofisticarán
Según pronostica, las herramientas que hoy usamos para mantener encuentros virtuales cambiarán drásticamente, permitiendo un cambio cultural más eficaz. “El software era un poco torpe cuando todo esto comenzó, pero ahora la gente lo está usando tanto que se sorprenderá de lo rápido que innovaremos con él”, sostuvo.
3- Se redefinirá la población urbana
La "nueva normalidad" en lo laboral tendrá un fuerte impacto en relación a la redefinición de la vida urbana. Se rearmarán comunidades. La variable de no tener la necesidad de asistir a la oficina a diario permitirá que la gente se aleje de los centros urbanos superpoblados, donde los alquileres son muy altos. Según indica el empresario y filántropo, “en ciudades como Seattle y San Francisco (...) incluso una persona bien remunerada está gastando una cantidad increíble de dinero en su alquiler”. De este modo se viene, según pronostica, una repoblación de ciudades por fuera de las metrópolis.
4- Aumentarán las ganas de socializar por fuera del trabajo
“Creo que es posible que disminuya el contacto social que se tiene en el trabajo, por lo que el deseo de tener mayor contacto social en su comunidad o con sus amigos podría aumentar, porque si estamos haciendo mucho trabajo remoto, entonces nuestras ganas de socializar, nuestra energía para socializar después de dejar de trabajar será un poco mayor. Podría cambiar un poco el equilibrio allí”, afirmó Gates.
5- Con o sin vacuna a corto plazo, la normalidad prepandemia no volverá por mucho tiempo
Según avizora Gates, a pesar de que las vacunas contra el COVID-19 puedan estar disponibles en tiempo récord, la normalidad como la conocíamos antes del virus no volverá por un largo tiempo. Es que, pronostica, la gente seguirá temerosa de asumir riesgos hasta que toda la población esté inmunizada. "Creo que mucha gente seguirá bastante conservadora en su comportamiento, especialmente si se asocian con personas mayores cuyo riesgo de enfermarse gravemente es bastante alto”, afirmó en su podcast.
6- Si nos afecta otra pandemia será menos destructiva y "no seremos tan estúpidos"
Por otro lado, según cree, en el caso de que haya otra pandemia –lo que es muy posible– no sería tan severa como la del coronavirus. Tal como afirma, el mundo estaría listo para contenerla y tendría un impacto menos destructivo. "Casi todos los países responderán como lo hicieron Corea del Sur o Australia, donde se examina a las personas y se las pone en cuarentena muy rápidamente. Nuestras herramientas de prueba serán mucho mejores. No seremos tan estúpidos la segunda vez”, concluyó.