El pasado 15 de noviembre se estrenó rodeada de un halo de expectativas la cuarta temporada de The Crown (Netflix), la ficción inspirada en la vida de la Reina Isabel II. En una temporada completamente dominada por los personajes femeninos, a la figura de la reina se le sumaron la esperada Lady Di y la primera Primera Ministro inglesa, Margaret Thatcher.
El detalle de algunas situaciones es de una excavtitud increíble y si bien muchos de los eventos retratados son de público conocimiento y parecen haber hecho escritos para la ficción, hay otros momentos en los que los espectadores se quedarán pensando si eso ocurrió realmente o fue inventado para agregar un poco de pimienta a los ya turbulentos eventos de la familia real.
Vamos ahora a hacer un análisis de ciertas situaciones para saber si ocurrieron realmente o no.
Contra todo pronóstico, uno de los eventos que más parecerían haber sido ficticios, fue real. La prueba de Balmoral que convenció a la familia real de que Diana era la indicada para desposar a Carlos fue real. Uno de los aspectos sin embargo no fue confirmado y es la excursión de Lady Di con el duque de Edimburgo para cazar un enorme ciervo. El resto de los detalles, fueron reales.
La boda real tuvo sus detractores, y como parecería, la Princesa Margarita, habiendo sufrido más de una decepción amorosa no se opuso a la unión entre Carlos y Diana de Gales.
La relación entre Lady Di y el Príncipe Carlos siempre fue polémica. Como se muestra en la serie, Antes de Diana, el Príncipe salió con su hermana Sarah Spencer. Al igual que en la ficción, el príncipe conoció a quien terminara convirtiéndose en su esposa durante una cita con su hermana.
La Princesa de Gales eligió su propio anillo de compromiso. Si la Princesa lo eligió por el color de sus ojos, o porque le recordaba a una joya familiar, o si lo eligió para contradecir la tradición de los royals, eso no se sabe, pero sí fue ella quién eligió la sortija de zafiro azul, rodeado de 14 diamantes montados sobre un aro dorado.
Si bien Diana siempre fue conocida por su rebeldía, en su vida real se comportó un poco mejor que en la serie. Una escena que perfectamente podría haber sido cierta, no lo fue. Para tristeza de los defensores de la princesa, Diana no patinó por los pasillos de Buckingham.
Para hacer feliz a su futuro esposo, Diana efectivamente intentó hacerse amiga de la 'tercera en discordia' Camilla Parker Bowles. Poco después del compromiso Diana encontró una nota de Camilla para invitarla a almorzar.