Máxima de Holanda (49), como tantos otros personajes de la realeza, se sumó a las conferencias virtuales. La reina de los Países Bajos es asesora especial de la ONU y dio el discurso inaugural en la cumbre de mujeres líderes en Vietnam.
Gracias a esa alocución se pudo ver la nueva oficina del palacio Huis Ten Bosch, el hogar de los reyes desde 2019, que fue recientemente reformado.
La pareja real destinó una gran suma de dinero a las refacciones del palacio, lo que generó gran polémica entre la población.
Detrás de Máxima se puede ver un conjunto de cuadros de estilo clásico que inunda las paredes. Con tonalidades pastel y sin exceso de claroscuros, las obras pictóricas aportan al lugar un toque de elegancia y alegría.
La monarca nacida en Argentina decidió mantener los candelabros y las fastuosas lámparas del techo.
La sala es muy diferente a la que acostumbra a usar como oficina propia, en donde se pueden observar detalles emotivos, como fotos de sus seres más queridos.
El escritorio de la oficina del palacio se ve mucho más sobrio e institucional. Una de las grandes diferencias entre una oficina y la otra son las paredes. El despacho personal de Máxima está decorado con un empapelado de estilo tropical, con palmeras de la firma Ananbô.
Un detalle que no pasó inadvertido es un gran jarrón con flores amarillas sobre una mesita auxiliar. Se trata de una pieza con dibujos geométricos y florales en tonos azules y naranjas, color de los Orange, que contrasta con el clasicismo del resto de la habitación.