En diciembre de 2009, el deceso de Brittany Murphy sorprendió a todo el mundo. Si bien las investigaciones afirman que la joven de 32 años habría fallecido por una neumonía agravada por una severa anemia, los rumores acerca de sus desórdenes alimentarios y el consumo de drogas esparcieron intrigas alrededor del hecho.
Todo se complicó más y generó mayor desconcierto cuando su viudo, el británico Simon Monjack, muere unos meses después en circunstancias similares.
La pareja vivía con la madre de la actriz, Sharon Murphy, en una mansión que había sido propiedad de Britney Spears. Brittany no estaba pasando por su mejor momento: su marido era acusado de estafador y ella trataba de recuperar su carrera, que se encontraba en decadencia.
La actriz y su pareja se casaron en secreto inmediatamente después de conocerse en 2007. Él era 8 años mayor que ella, un guionista venido a menos, muy poco conocido en la industria, acusado de estafador y mala persona. Tenía en su haber dos órdenes de arresto en Virginia por presunto robo y fraude con tarjetas de crédito.
Monjack era nacido en Middlesex, Inglaterra, y se presumía que se había casado con Murphy para permanecer en Estados Unidos y vivir de su fortuna. Cuando el viudo se negó a que le hicieran una autopsia a la actriz se avivaron los rumores de que él estaba involucrado en su muerte.
A pesar de haber estado casada 3 años con el británico, lo que llama la atención es que la única beneficiaria del patrimonio de Brittany fue su madre Sharon, quien después de la muerte de su yerno quedó en el ojo de la tormenta, ya que ambos decesos recayeron sobre ella.
En 2013, el padre de la actriz acusó a su ex mujer de vender todas las pertenencias de su hija para obtener un beneficio personal. También había pedido una prueba de toxicología para descartar que Brittany hubiese sido envenenada: al parecer sospechaba de Sharon.
Según algunos informes, le encontraron en el cabello altos niveles de metales tóxicos, pero se le adjudicaron a la tintura.
El año pasado, el forense del caso le dijo a E! que para encontrar la verdad sería necesario que alguien confiese: "La única forma de reabrir el caso es que alguien conecte entre sí los hechos aislados".