La actriz, ya de regreso en nuestro país, organizó sus nuevos días con una serie de actividades que incluyen el cuidado físico, los afectos y darse algunos gustitos.
"Darlo todo ¡siempre!", escribió en una de sus redes sociales. Y como mujer de palabra, María Eugenia Suárez (28), cumplió, cumple y cumplirá.
De regreso a nuestro país tras su incursión por Santiago de Chile, hacia donde viajó junto a sus hijos Amancio (de tres meses), Rufina (7) y Magnolia (2) para acompañar a Benjamín Vicuña (41), que está trabajando en su país, la China regresó a su barrio privado bonaerense para retomar las actividades que la interminable pandemia de coronavirus le permita.
Entretanto, organizando sus días en tierra argentina tras varias semanas en el país trasandino (cuyas actividades sólo fueron afectadas por el susto que le provocó el robo que sufrió en un mall local), María Eugenia dio a conocer a través de sus stories, la rutina que comenzó a desarrollar ya de vuelta.
Y arrancó con el mencionado "Darlo todo ¡siempre!", que acompaña con ejercicios en el parque de su casa, sobre una colchoneta y ejercitando con una gran pelota de goma. Las acciones continúan con una singular sesión de pesas, que, según sus propias palabras, luego "prometo explicar mejor".
A continuación hay un momento de descanso, al lado de la piscina y con la misma indumentaria de fitness: para relajar, descansar y disfrutar una sesión de bronceado primaveral.
Al mediodía llegaría la hora del almuerzo, con un plato de "espinaca, champis, coliflor, garbanzos, palta y semillas"; para continuar con un instante de enorme disfrute: abrazarse al pequeño Amancio.
Para cerrar, y tras recoger limones de su árbol, la China filmó y posteó una secuencia que delata uno de los grandes placeres que se da. Hablamos de una costumbre que adoptó y, también en palabras de ella, define así, apuntando a cada uno de sus 4,7 millones de seguidores: "No te quiero generar una necesidad pero estos palitos de cheddar son para morirse".