Ashley Jini Park interpreta a la mejor amiga de Lily Collins en la nueva serie de Netflix y habló sobre su lucha contra la enfermedad siendo una adolescente.
Uno de los sucesos más grandes de Netflix de esta segunda parte del año es Emily in Paris. Esta nueva serie cuenta la historia de Emily, quien vive en Chicago y trabaja como ejecutiva de marketing. Cuando la empresa que la emplea se fusiona con una marca francesa deberá mudarse a la Ciudad Luz. Durante la serie, Emily conocerá a Mindy, quien se convertirá en su mejor amiga.
Ashley Jini Park (29) es la actriz que da vida a la mejor amiga de la protagonista. La joven es una bailarina y cantante estadounidense reonocida por sus trabajos en Broadway. En su haber se encuentran The King and I y Mean Girls. Su talento la llevó a recibir nominaciones a los premios Drama Desk y Tony. Las dotes musicales de la actriz no quisieron ser desaprovechadas en Emily en París, y sumaron más de una escena donde Mindy canta.
La química entre los personajes traspasa la pantalla y eso es porque en la vida real Lily y Ashley son amigas también. "Nos conocimos en este momento de nuestras vidas, cuando ambas estábamos listas para convertirnos en las mejores versiones de nosotras mismas, las que siempre hemos querido ser".
Recientemente, Ashley reveló en una entrevista con Comopolitan que durante su carrera tuvo que batallar con varios demonios, desde sus orígenes hasta enfermedades. A sus 15 años la bailarina padeció cáncer. "Nunca quise ser simplemente 'la chica asiática', quería ser como cualquier otra chica y luego a los 16 me convertí en 'la chica calva' y la 'chica enferma'", confesó la actriz.
Sin embargo, más allá de pelear con la enfermedad, fue muy difícil para ella aceptar someterse a un tratamiento, por las consecuencias que ello pudiera traer a su vida. "No quería saber que podría ser infértil o que mi corazón podría dejar de funcionar, o ninguna de esas cosas, porque una vez que lo dices, lo estás pensando", admitió.
La actriz además contó que la enfermedad le quitó todo, y lo que la salvó fue la actuación: "Recuerdo que la gente después de que dejé de estar enferma me decía 'debes ir a terapia', pero mi terapia es el teatro". Más de una década después, su cura milagrosa la hace brillar en los escenarios y en la pantalla. "Mi cuerpo venció la enfermedad", finalizó la artista.