Asesinado en la puerta del edificio neoyorquino donde residía, un rato antes el legendario beatle le había firmado un autógrafo a Mark Chapman, quien acabaría con su vida
Ella resume la admiración enfermiza llevada al extremo, que hace casi cuatro décadas enluta el corazón de sus admiradores de aquel momento y los que luego llegarían. Y cuando nos referimos a "ella", hablamos de la escena de un admirador que le pide un autógrafo a su ídolo para luego matarlo...
Lo que sucedería el 8 de diciembre de 1980, dos meses luego del evento que recordamos hoy: el aniversario número ochenta de John Lennon. ¿Y qué sucedió aquella fanática noche para convertirla hoy, 9 de octubre, en noticia? Fue registrada la última imagen del beatle... firmándole un autógrafo a su asesino.
La historia dice así:
Eran las cinco de la tarde cuando el músico y su mujer, Yoko Ono, abandonaron su departamento del edificio Dakota, en pleno corazón de Manhattan, para mezclar juntos la pista Walking on Thin Ice, en Record Plant Studio. Camino a su limusina, fueron rodeados por varias personas que buscaban autógrafos. Entre ellas Mark David Chapman (25), empleado de un hospital.
El hombre le entregó a su ídolo una copia de Double Fantasy (el séptimo y último álbum de estudio editado en vida del músico británico), para que se lo firmara. Y lo hizo. "¿Es todo lo que quieres?", le preguntó Lennon, cortés, mientras Chapman asentía. El fotógrafo Paul Goresh, que allí se encontraba, tomó la foto del encuentro.
Cuando la pareja regresó del estudio, a las 22:50, bajó de su vehículo para ingresar por la entrada principal, como siempre lo hacía, con la idea de complacer a sus fanáticos. Cuando el portero del edificio, José Perdomo, vio a Chapman parado en la sombra, ya era tarde: al tiempo que Yoko se adelantaba a ingresar, Chapman le disparaba a John cinco tiros de punta hueca con un revólver .38 Special de Charter Arms.
Una bala pasó por encima de la cabeza de Lennon, dos le dieron en el lado izquierdo de su espalda y otras tantas penetraron su hombro izquierdo. Una perforó su aorta. Luego de subir cinco peldaños hacia el área de seguridad, John dijo: "Me dispararon", y se desplomó.
En el exterior, el portero quitó la pistola de la mano a Chapman y la pateó. Luego lo increpó: "¡¿Te das cuenta de lo que has hecho?!", a lo que éste, con calma, respondió: "Sí, acabo de disparar a John Lennon". El mismo al que hacía una horas le había dado un autógrafo que quedó eternizado en la última foto del incomparable artista.