Lanzó el reclamo, vía virtual, desde la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. "Asegurémonos de que los niños puedan lograr sus sueños", pidió uno de los mejores futbolistas del planeta, hoy también embajador de la Fundación Vodafone y de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
“Debemos asegurarnos de que todos los jóvenes, incluidos los refugiados, reciban educación. Ahora es el momento de asegurarse de que no se queden atrás. Con el Covid-19, la conectividad en materia de educación es extremadamente importante...". Con esas palabras hizo detener el ir y venir de todos los balones del mundo para entregar su mensaje ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y estudiantes refugiados.
Un mensaje que no pasó inadvertido, considerando los quilates de quien lo difundió: Mohamed Salah (28), uno de los mejores futbolistas del mundo, hoy a la vez embajador de la Fundación Vodafone y del programa Instant Network Schools (INS) de ACNUR, y quien además se asoció con estudiantes refugiados de las escuelas INS en Kenia, Tanzania y Sudán del Sur, para dirigirse a los líderes mundiales en la zona de acción de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sustentable).
En un mundo globalizado, con los futbolistas como superhéroes, las palabras de Salah no pasaron inadvertidas. Menos aún considerando que durante la virulenta pandemia de coronavirus alrededor del noventa por ciento de los chicos del mundo en edad escolar se han visto afectados por el cierre de escuelas. Entre ellos se incluyen unos siete millones de refugiados.
Salah fue contundente: “Las niñas y niños refugiados han pasado por mucho, pero siguen siendo increíblemente fuertes. Tienen muchos sueños y esperanzas, como todos los niños. Escuché a cuatro estudiantes, Pacific, Luel, Salama y Fatna, que representan a millones de jóvenes que viven en campamentos de refugiados en África. Estos cuatro jóvenes me han inspirado y me han dado esperanza", ilustró el implacable delantero del Liverpool FC.
"Tener acceso a la tecnología e Internet transformó sus aulas. Quiero asegurarme de que otros niños en los campamentos de refugiados y las comunidades tengan las mismas oportunidades. Especialmente ahora, que nos enfrentamos al Covid-19, la educación lo es todo para los niños refugiados y no deben quedarse afuera”, cerró esperanzado, luego de poner el cuerpo, sin esquivar, como suele esquivar a sus rivales, en un tema contemporáneo tan grave.
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