El brasileño salió expulsado tras haber golpeado al español en el duelo entre el PSG y el Olympique de Marsella y se descargó en las redes.
El clásico francés entre el Paris Saint-Germain y el Olympique de Marsella terminó en escándalo este domingo. Neymar fue expulsado en la última jugada del partido, después de una agresión al español Álvaro González en la parte posterior de la cabeza, en pleno encontronazo entre los jugadores de ambos equipos.
El partido ya venía muy candente. En la última jugada, el brasileño se acercó al central español en medio de una feroz pelea y le dio un golpe por atrás, lo que le costó la expulsión después de una revisión en el VAR.
Cuando se retiraba a los vestuarios, Neymar se encargó de decirle al cuarto árbitro y a la cámara que lo había agredido porque es un racista.
Tras el partido, ya más en frío, no reculó sino que echó más leña, al fuego escribiendo en sus redes sociales. Lo hizo con dos mensajes rotundos: "Sólo me arrepiento de no haberle dado en la cara a ese pendejo", aseguró en su primer dardo, sentencia que remató minutos después atacando el uso del VAR y explicando su versión de lo ocurrido.
"Que el VAR capte mi agresión es fácil, ahora quiero ver la imagen del racista llamándome mono hijo de p...".
Durante el partido ya la había tenido con Álvaro, que tras un rifi-rafe con Di María recibió un escupitajo del argentino. Ya entonces Neymar dijo: "Racismo, no. Racismo no".