Uno de los caballos más amados por la monarca había sufrido un grave accidente durante una carrera.
El pasado 17 de agosto la Reina Isabel II (94) recibió una triste noticia. Su corcel Space Walk de cuatro años había sido sacrificado. La monarca se encontraba con su esposo Felipe de Edimburgo (99) en el Palacio de Kensington, en Balmoral.
La pareja real se encuentra aislada en el Palacio de Kensington. El complejo palaciego les ha servido de refugio debido a la crisis sanitaria. Las malas nuevas llegaron desde el Palacio de Buckingham, donde reside oficialmente la soberana.
Space Walk tuvo que ser sacrificado a raíz de una lesión que sufrió en una carrera. Su jinete Tom Marquand advirtió que algo estaba mal en el animal y los veterinarios no pudieron hacer nada al respecto. Para evitar el sufrimiento del corcel, decidieron sacrificarlo.
La Reina de Inglaterra recibió con tristeza la noticia ya que es sabido que es una amante de los animales. Su cercana relación con los equinos se remonta a su temprana infancia. Incluso hasta el día de hoy, monta a caballo cuando tiene la oportunidad.