Desde su casa de Los Ángeles, el actor habló con GENTE en un año extraño para él. Comenzó con el estreno de su primer filme de Hollywood y quedó atravesado por una pandemia que lo impulsó a volver a su primer amor y realizar castings por Zoom.
Llegó por casualidad (o porque el destino se abrió camino) a un casting de Amigovios (1995) y lo eligieron para el papel de Andy. Enseguida, Guido Massri (37) se convirtió en "el lindo" del colegio, pero lo más importante es que nunca dejó de actuar. Participó en las series más destacadas de fines de los 90' y en las ficciones del nuevo milenio: Como pan caliente (1996), Son amores (2002) y Casados con hijos (2005), entre otras.
Dio clases de teatro y, contratado por Telemundo para protagonizar una serie de novelas latinas, terminó instalándose en Miami. Vivía allí cuando grabó Tómame o déjame (2015), serie cuyos derechos fueron adquiridos por Amazon Prime. Desde este mes, la historia se puede ver en todo el mundo a través de la plataforma, una de las más importantes a nivel internacional.
Siete años después de vivir en Miami, por fin llegó al lugar de sus sueños: Hollywood. En la Meca de la industria cinematográfica se cruza con famosos en el supermercado, por la calle o cuando sale a comer. Pero reconoce que se muere de vergüenza antes de pedir una foto o un autógrafo, se pone en el lugar de ellos y deduce que probablemente quieran estar tranquilos.
Ya en Los Ángeles rodó su primera película íntegramente grabada en inglés. Ernesto's Manifesto se estrenó justo antes de que el coronavirus cruzara las fronteras y paralizara al mundo. La pandemia lo encontró instalado en su casa con su perro Tango, recién separado y con un contrato firmado para grabar en España, donde interpretaría a un argentino.
“Creo que acá la gente no sólo se hartó del aislamiento sino que perdió el miedo, el pánico a lo desconocido que había al comienzo”, dice Guido desde su casa de Los Ángeles. Enseguida reconoce que es inevitable hablar de la pandemia y se ríe pensando que en unos años será común escuchar a las personas decir: “En 2020 usábamos máscaras, no podíamos salir, teníamos que mantener distancia”.
–Parece que toda la vida está atravesada por esta cuarentena...
–Sí. Para todo va a haber un antes y un después. Esta pandemia me hizo valorar más los afectos. Me preocupa tenerlos cerca, e incluso conocerlos un poco más. Hablo todos los días con mis viejos, y con mis hermanos también me acerqué un montón. No hay excusas para no estar comunicados, así que ganás en cotidianidad. Algo un poco tramposo, porque el que quiere zafar tampoco puede.
–¿Lo de tus hermanos es por el aislamiento o ya tenían una relación cercana?
–Siempre fuimos muy unidos. Como todas las familias, tenemos conflictos y disfuncionalidades, pero dentro de eso siempre estuvimos el uno para el otro. Sé que mi familia va a estar ahí pase lo que pase. Sobre todo mis hermanos. Yo los considero mis amigos.
–¿Y con vos mismo cómo vivís este tiempo de “no poder escapar”?
–Fue un proceso. A mí me gusta estar solo. No soy de esas personas a las que les afectó su cotidianidad y pasaron de estar rodeados de gente a estar solos. Me gusta tener mis momentos, mi música, ir al gimnasio y no estar con nadie, ir al cine solo. Me gusta tener una cita conmigo mismo. En ese sentido, la cuarentena no me afectó tanto. Sí me impactó en lo emocional. Tuve altibajos y momentos de mucha reflexión. Reconecté con algo que hacía de chico: tocar el piano. En un momento estaba medio bajón y me di cuenta de que debía buscar cosas que me hacen bien, para levantar un poco la energía. Y el piano es algo que siempre me encantó. Tocaba cuando era chico y lo dejé cuando empecé a trabajar en televisión, porque nunca más tuve tiempo. Compré un teclado y si bien no toco todos los días, redescubrí algo muy lindo. Este tiempo me sirvió para reconectarme con lo que quiero, con lo que no quiero, con lo que me hace bien o no.
–¿A veces fantaseás con qué habrías sido si no hubieras llegado, por casualidad, a ese casting?
–Sí. Pero creo realmente que hay algo en el destino: eso estaba ahí para mí. Me cuesta imaginarme qué hubiera sido de mi vida, a qué me hubiera dedicado, si hubiera sido feliz, porque cuando empecé a actuar descubrí algo que me apasionaba muchísimo.
–Eras muy chico y tuviste éxito muy rápido, ¿Cómo impactó eso en tu vida?
–Lo pienso un montón. Sé que es lo que me hace feliz, pero aun así me planteo: ¿Cómo sé que no hay otra cosa que me haga feliz? Y por eso en este tiempo traté de abrirme a cosas nuevas. No significa dejar la actuación sino explorar, emprender cosas nuevas, desafiarme a mí mismo.
–¿Cuáles son las líneas de exploración que se abren?
–Tengo un cuaderno donde escribo ideas de cosas que me gustaría hacer. Desde poner un bar hasta armar un lugar en el que las madres puedan ir con sus hijos y tengan su espacio. Pero que el espacio de los niños no sea un pelotero sino algo más lúdico, donde puedan aprender y divertirse al mismo tiempo. Estoy abierto a explorar.
–¿Y a nivel laboral qué planes tenés?
-Ahora está todo raro e incierto. El plan era estar en España haciendo una película. Pero soy súper positivo. Y si algo me cambió en este tiempo es que hice el ejercicio de convertir la negatividad en positividad.
–O sea que toda esta incertidumbre no te está afectando...
–Bueno, tampoco soy Buda. Lo que quiero decir es que dentro de la incertidumbre y la ansiedad que esto genera me enfoco en ser positivo. Elijo esa opción en vez de pensar que todo es un desastre y que el mundo está cayendo, algo que me lleva a más angustia y negatividad.
–Estás pensando que algo va a aparecer...
–Es una época difícil, porque los rodajes acá se están reactivando muy lentamente. Hay algunas audiciones por Zoom, nada en persona. Día a día todo va cambiando. Siempre está la posibilidad de volver atrás y que se vuelva a cerrar todo. En la última semana tuve dos audiciones, para Netflix y Telemundo, que aparecieron después de bastante tiempo sin que pasara nada. No sé en qué momento esto va a cambiar. No sólo para mí, sino para la industria. Y por eso pienso que es un gran momento para pensar en otras cosas.
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