Desde Madrid, la cantante repudió el accionar del fiscal chubutense Fernando Rivarola, que catalogó como "desahogo sexual" una violación en manada.
Lali Espósito (28) es una de las caras más visibles del feminismo en Argentina. Cada vez que pueda se manifiesta a favor de los derechos de las mujeres y en contra de la violencia machista. Y no dudó en manifestar su indignación tras conocerse el acuerdo con el que el fiscal de Rawson, Fernando Rivarola, busca abreviar el juicio a los acusados de violación en manada.
El 3 de junio -día que hace cinco años se convirtió en jornada de manifestaciones para alertar sobre la violencia contra las mujeres- se dio a conocer el acuerdo con el que el fiscal de Chubut Fernando Rivarola pretende avanzar en el cierre de la causa que originalmente llevaba la carátula de "abuso carnal gravemente ultrajante, agravada por la participación de dos o más personas".
El detonante fue un comunicado institucional emitido el miércoles 3 d ejunio por la fiscalía en el que señalaba: "el abuso sexual es justamente una conducta que busca el desahogo sexual del autor sabiendo que lo hace sin el consentimiento de la víctima, que va a cometer una ataque sexual, que se trata de un delito, y consciente de ellos avanza sin consideración del daño que va a provocar en esta".
Además de manifestar su rabia por Twitter, la cantante -instalada en Madrid por compromisos laborales- se tomó el tiempo para contarle a sus seguidores de Instagram cómo este tipo de argumentaciones impacta en su vida.
Empezó contando que una de las preguntas recurrentes en las entrevistas es si va a ser mamá, si lo tiene entre sus proyectos o sueña con eso. "Me dicen jocosa y amorosamente si me imagino una mini Lali", señaló. Y agregó que habitualmente tras responder que no se justifica diciendo que trabaja mucho, que no es el momento o que es mucha responsabilidad.
"Pero lo cierto es que me aterra traer una hija mujer a un mundo donde fiscales como Fernando Rivarola le llaman desahogo sexual a una violación en manada. Me da pánico", sentenció. Y desarrolló esa idea: "Me da pánico que mi hija desaparezca y si aparece sea en una bolsa de consorcio, me da pánico ver el nombre de mi hija en un cartel en una marcha Ni una menos".
Para enfatizar la idea se refirió al fiscal Fernando Rivarola y al modo en que su accionar tiende a proteger violadores. Expresó su deseo de vivir en un mundo diferente, "por lo menos sentir que hay un sistema que no apaña, protege, defiende y abraza a seres asquerosos y malignos como Fernando Rivarola y estos seis violadores".
Fiel a su estilo, concluyó la reflexión refiriéndose al poder de las mujeres cuando están unidas. "En este momento de unión entre nosotras, de entendimiento, de lucha, de grito, que aparezca un dictamen como este de Fernando Rivarola es un cachetazo enorme que en vez de hacernos callar nos haga gritar más fuerte. Así me siento, Voy a gritar cada vez más fuerte", remató.
