El número decreciente de nuevos casos de coronavirus es alentador para los europeos. En ese contexto la Reina de Holanda visitó un distrito y aprovechó para pasear por la playa.
El número de casos positivos en Holanda asciende a 45.950. El país -que tuvo su pico de casos durante la segunda semana de abril- contabiliza -a fines de mayo- 5903 muertes. Luego e varios días con un descenso sotenido en la curva de nuevos casos, la reina Máxima (49) fue a visitar la isla de Texel.
A diferencia de o que ocurrió en otros países, la familia real de Holanda continuó con sus tareas y recorridos oficiales a pesar de la pandemia. Aunque, como todo el mundo, los reyes debieron cambiar hábitos y adecuarlos a los requisitos de cuidados para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
Tanto el rey Guillermo (53) como su esposa concretan muchas de sus reuniones a través de video llamadas. Ambos debieron reducir la cantidad de viajes y visitas protocolares y, cuando las hacen, extreman las medidas de seguridad apelando a la distancia social y al uso de tapabocas... Aunque no siempe los usan.
Este jueves 28 de mayo Máxima viajó a Texel para interiorizarse acerca de cómo la isla había sido afectada por COVID-19. Y evaluar las estrategias de reactivación de la industria y el turismo de la misma.
La jornada comenzó con un traslado en ferry. Luego se reunió con los dirigentes de la localidad y más tarde aprovechó para caminar por la playa. Eligió para la ocasión un outfit naranja: no sólo es uno de sus colores predilectos sino también el tono que identifica a los Países Bajos.
Lució una camisa oversize con cuello alto y mangas amplias, un crop pant en compossé, sandalias de gamuza marrón -a juego con su cartera de mano-, grandes aros naranjas y maxi lentes oscuros con marco animal print.