Fue por exigencia de su ex marido, Kevin Federline tras un viaje a Louisana que la cantante hizo para reencontrarse con su familia.
Britney Spears (38) se sometió a un aislamiento obligatorio durante los pasados catorce días en su residencia de Los Angeles. Fue por exigencia de su ex Kevin Federline (42). El rapero, modelo y actor no quería que viera a sus hijos, hasta estar seguro de que la artista pop no estuviese portando el virus.
Recordemos que en septiembre de 2019, Kevin solicitó un cambio en el acuerdo de custodia, que hasta entonces era compartida. Todo habría comenzado con un fuerte altercado entre la cantante y su hijo Sean. Desde entonces ella quedó con un 30% de la custodia.
Una fuente aseguró a TMZ que la artista viajó a visitar a su familia en Louisiana, en abril, y cuando regresó a fin de mes, Kevin le insistió que se aislara por lo menos durante dos semanas antes de pasar tiempo con sus hijos Sean (14) y Jayden (13)
La fuente también afirmó que Britney no tuvo problemas en aceptar el pedido de su ex. Respetó la cuarentena durante los catorce días y, desde entonces, ha podido ver a sus hijos dos veces en su casa.