Úrsula Corberó vino a visitarlo cuatro días antes de que se declarara el aislamiento obligatorio, y desde entonces conviven con Ricardo Darín y Florencia Bas en su casa de Palermo. “Es como un karma: acá estoy de vuelta en mi cuarto”, disparó entre risas.
“La verdad, me la vengo bancando bastante bien. Andamos todos con un ánimo muy fluctuante. Podés tener un día fenómeno y otro en el que no sabés qué hacer con tu vida ni por qué. Es una situación muy extraña. Nos encontramos sometidos a algo para lo que no estamos preparados”, contó por primera vez su experiencia de aislamiento el Chino Darin (31). Y lo hizo en Cortá por Lozano, el programa que Vero conduce desde hace cuatro temporadas en las tardes semanales de Telefe. “Vivo la cuarentena en la casa de mis padres y acompañado por mi novia y los tres perros de la familia”, sorprendió. Y empezó a contar, casi por capítulos…
“Soy un poco ridículo pasando la cuarentena con mis padres. Por otro lado, debo decirlo, me siento muy afortunado: me llevo muy bien con ellos y la convivencia es fantástica, ¡si bien no deja de ser ésta una situación extraordinaria! Incluso ahora, estoy hablando desde el cuarto donde me crié y vivía antes de dejar la casa y lo tomara mi hermana Clarita. Es como un karma, acá estoy de vuelta”, disfrutó la anécdota. “Pero bueno, la nuestra siempre fue una casa acogedora”, agregó, para que Lozano diera muestras de sus reflejos: “¿Acogedora?”, jugó con la palabra.
Ricardo entendió la indirecta: “Me refiero a que es un lugar muy… receptivo. Igual, respecto a lo que me estás preguntando, todo es más complicado. En principio, me parece que en general con la libido hay una cosa rara debido a la situación actual, por lo que tenemos en la cabeza, por estar pendiente de un montón de cosas. Aunque, bueno, igual hay que ingeniárselas. En todo caso metés una musiquita… le encontrás la vuelta. Sólo hay que ponerle un poquito de onda.
Entonces contó por qué Úrsula Corberó (30) está ahora en Buenos Aires. “Como yo acá andaba en medio de un rodaje y a ella le tocaban un par de días libres, decidió viajar. Bastante informado sobre la evolución del coronavirus, antes de que Úrsula subiera al avión en el Aeropuerto de Barajas (todavía no habían decretado el cierre de fronteras ni la cuarentena obligatoria), le pedí que se cuidara, usara barbijo y desinfectara el lugar donde iba a sentarse. Cuatro días después de que llegara, estalló todo y acá se declaró el cierre de fronteras.
Respecto a cómo lleva la protagonista de La Casa de Papel la virulencia del Covid-19 en España, su país, el Chino contó: “Al principio se sentía contenta de que, por suerte o casualidad, le haya tocado estar acá. Pero la cosa se viene prolongando mucho más de lo imaginado. Sus padres se encuentran allá, y es una situación complicada sobre la que no dejás de preocuparte y luego, bueno, también por otras menos importantes y más rutinarias como, por ejemplo, que nosotros en Madrid tenemos un departamento en el que vivimos, y se encuentra solo: el otro día hasta tuvimos una gotera, y nadie podía verla”, cerró distendiendo la cuestión.
