Los duques de Sussex dejaron la tranquila isla de Vancouver y se mudan a California junto a su pequeño Archie, justo antes antes de que los países cerraran sus fronteras por la crisis sanitaria,
El peregrinaje de Meghan Markle y el príncipe Harry los llevó a fijar ahora su nueva residencia en Los Ángeles y abandonar definitivamente Canadá, el país donde el pasado diciembre iniciaron unas largas vacaciones de sus compromisos institucionales.
Según afirman este viernes medios como Page Six, la pareja se mudó a California junto a su pequeño Archie tomando un avión privado después de que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunciara que las fronteras del país se estaban cerrando la semana pasada.
Los duques de Sussex se mudaron a una casa cerca de Hollywood, después de barajar la posibilidad de comprar casas en el área de Beverly Hills. Solo faltan unos días para que se haga efectiva su renuncia, el 31 de marzo, aunque, por la crisis del coronavirus ese paso atrás en sus responsabilidades como representantes de la familia real británica se haya adelantado por fuerza mayor.
Los medios británicos afirman que los duques se dieron cuenta de que la tranquila isla de Vancouver no encaja con sus necesidades en muchos sentidos, y tras planearlo durante algún tiempo, la pareja alquiló uno de los últimos vuelos que saldría del país dirección a Los Ángeles. No es raro que Meghan haya querido fijar allí su residencia cerca de Hollywood, seguramente para estar a tiro de cualquier propuesta laboral que surgiera. Ahí también viven muchos de sus amigos, y su madre, Doria.
Esta noticia llega un día después de que se conozca Meghan Markle volverá a la pequeña pantalla mucho antes de lo esperado. El primer proyecto para la duquesa de Sussex fuera de su faceta como ‘royal’ verá la luz el próximo 3 de abril en forma de ‘voz en off’ en un documental llamado Elephants.