Las claves del trabajo personal con su coach de vida, que la convirtieron "en una mujer decidida sobre lo que desea y necesita".
El año pasado, a raíz de la separación de Nico Occhiato, Flor Vigna dice haber comenzado “un intenso trabajo interior” que transformó su autopercepción.
Fue de la mano del licenciado Pablo Alberto Azar, psicólogo y coach de vida. “Estaba muy mal y él me decía: ‘Necesitás duelar el amor del pasado y aprender a pararte firme sobre tu éxito. Sólo así le darás paso a un futuro, más allá de quien esté a tu lado. Podés ser fuerte’”, revela.
“Yo era muy sumisa y él me ayudó a dejar de lado lo que ya no sirve, a potenciar lo mejor de mi personalidad, a desligar de otros la culpa por lo que me pasa, a no sentirme víctima de todo y a saber que los problemas son reflejos de uno mismo”, cuenta. “Encontré la fórmula para salir fuerte a la cancha, con amor y verdad”.
Finalmente, y a la distancia, asegura haber sacado provecho de su pasado: convirtió la causa de la separación en inspiración: “Después de todo, yo también necesitaba tiempo para mí y le agradezco a Nico –a través de su ‘necesito priorizarme’– haberme enseñado a redireccionar la energía a mi favor. A estar convencida de querer ser mi propia columna vertebral y no la del otro”. Explica que hoy, parada en sí misma, escuchándose, suele dedicarse noches exclusivas: “Hago plan conmigo para leer, mirar una película o escribir”.
–¿Qué escribís?
–Todo comenzó con un esquema para diseñar mi vida. Se trata de tres columnas en las que ordeno lo que me gusta de mí y quiero potenciar, lo que ya no tengo y me gustaría recuperar y lo que quiero eliminar de mi plano. Entonces, a través de ese ejercicio tan íntimo, comenzaron a surgir algunos relatos, cuentos, fábulas... No sé si algún día esas páginas verán la luz, pero de todos modos habrá sido un interesante proceso creativo, una experiencia enriquecedora.
Fotos: Gentileza Mariano Rodríguez, de @estudiomrz.