Demacrado, ojeroso y con casi cinco kilos menos en su vapuleada figura, Marcos Gastaldi (46) volvió a poner un pie en su coqueta casona del Barrio Parque, exactamente a las 4:20 de la madrugada del miércoles 1º de mayo. Su esposa, Marcela Tinayre (50), lo esperaba con lágrimas en los ojos. Y el efusivo abrazo de bienvenida
se tornó interminable. Después fue el turno para Ignacio y Juanita Viale, los hijos de la conductora, y más besos y abrazos que duraron minutos. El ex banquero no podía contener la emoción, hasta que pudo besar a Rocco, de tan sólo ocho meses. Recién entonces, su pálido rostro -producto de veintiséis días tras las rejas- dejó escapar la primera sonrisa en libertad y el primer chiste: "Estoy más flaco que él", dijo en medio de un mar de lágrimas cuando le comentaron que su hijo ya pesaba nada menos que doce kilos.
El camino hasta salir de prisión había sido bastante largo. Partió a las cinco de la tarde del Complejo Penitenciario 1 de Ezeiza en un celular que lo depositó en Tribunales. Debió esperar hasta después de las nueve de la noche para que lo trasladaran a uno de sus últimos destinos como presidiario. Esposado y con la mirada perdida, Gastaldi dio tres o cuatro pasos al trote mientras era tironeado por un guardiacárcel que lo llevaba rumbo al vehículo que lo dejaría -cuarenta y cinco minutos después- en la Superintendencia de Investigaciones de Villa Lugano. A las tres y media de la mañana -en medio de algunas maniobras de distracción- salió en el auto de Gerardo Ibáñez, su abogado defensor, rumbo a su casa de la calle Juez Tedín.
Gastaldi fue liberado luego de pagar 25.000 pesos de fianza -una cifra irrisoria frente al monto millonario de sus supuestos delitos- en una de las causas que se le siguen por estafas reiteradas relacionadas con la quiebra del Banco Extrader. Después de ser procesado con prisión preventiva, sus abogados solicitaron la excarcelación. Pero el juez Luis Zelaya le denegó ese beneficio, teniendo en cuenta que había eludido presentarse ante la Justicia. El ex banquero decidió no apelar tal medida, pero sí lo hicieron sus ex socios Jorge y Julio Terrado. Mientras tanto, Carlos Sosa todavía continúa prófugo, supuestamente en el exterior. Finalmente, la Sala VI de la Cámara del Crimen permitió la liberación de todos los imputados con el argumento de que estaban acusados del delito de estafa, que prevé una pena mínima inferior a los tres años de prisión, y por lo tanto, es excarcelable.
Tato o el Negro -como llaman a Gastaldi sus íntimos- no puede escapar de una profunda depresión que lo aqueja. Sigue tomando los medicamentos para combatir sus frecuentes ataques de pánico. Además, le molestan demasiado los ruidos, en especial los que provocan los ferrocarriles de las líneas Mitre y San Martín que circulan a pocos metros de su casa. Y se queja en forma permanente de la molestia que siente en sus muñecas, a causa de tener que sufrir la humillación de aparecer esposado por primera vez en su vida. Pero no muestra ningún signo de arrepentimiento.
Miguel Braillard
informe: Cynthia De Simone
fotos: Julio Ruiz, Diego García, Ariel Ramírez y Pablo Lázaro
Marcos Gastaldi sale esposado de los Tribunales rumbo a la Superintendencia de Investigaciones de Villa Lugano. Allí recuperó su libertad. Eran las 3:30 de la madrugada del miércoles 1º de mayo.
A las 4:20 llegó a su casa de Barrio Parque en compañía de Gerardo Ibáñez, su abogado. El viernes recibió la visita del doctor Oscar Salvi. Y el fin de semana disfrutó de la intimidad junto a su familia y se la pasó mimando a su hijo Rocco, de ocho meses.
