La muchachita (así de aniñada, así de sensible y así de frágil como se la ve) es, tanto para el fotógrafo cuanto para el periodi
sta, un hueso bravo de roer. "Perdoná, mejor muestro un cachito menos de piernas", "Con el escote así alcanza", se protegerá del lente.
"Permitime evitar tocar ese tema, ¿please?", "De mí no tengo demasiado que
contarte", se escudará del grabador.
-Pasa que prefiero apuntar a mi carrera y no a mi vida -explicará minutos después sin perder su encantadora cuota de simpatía.
-Lo aceptamos. Pasa que mejor que apuntar a su carrera es buscarla de lunes a viernes, 21 horas, en Canal 13. Y más divertido que apuntar a su carrera es apuntar a su vida.
-¿Mi vida?
-¿Acaso no estudia el Ciclo Básico Común para seguir Psicología? Dele, anímese a analizar su vida.
-Jamás de los jamases un psicólogo aceptará analizarse a sí mismo ni analizar a su gente cercana. Aparte, no sé tanto sobre mi vida. Volvé a los 40. A los 40 me veo como una sicóloga que trabaja de actriz. Hoy preferiría que relacionaras las preguntas con mi actividad pública.
-Vale. Probemos.
Cuenta entonces María Florencia Bertotti que vio la luz el 15/3/1983 en Barrio Norte, que es hija de María (profesora de alumnos discapacitados) y Gustavo (fallecido a fines de los 90) y hermana de Clara (abogada); que mide 1,64 metro, que su brilloso cabello esconde un tono natural "rubión antes que
moreno", que sus ojos combinan el castaño y el verde, que pesa -"creo, no lo tomes como un dato indiscutible"- alrededor de 50 kilos y que no tiene la mínima ni la máxima idea de sus, por cierto, interesantes medidas femeninas.
-¿Seguro las desconoce?
-Seguro.
-Pero qué parte de sus contornos le gustan especialmente, ya que, por decir algo, de arriba viene…
-…Listo, mi sonrisa. Me gusta mi sonrisa. Punto.
Continúa entonces recordando que arrancó en los medios apenas cumplidos 12 marzos cuando, tras presentante a varios castings, puso cuerpo y voz en una publicidad de mermelada Arcor/frutilla. Su letra: "Entraba a la cocina donde desayunaba la familia. '¡Hmmmmm! ¿Me dan una tostada? No puedo ni escribir con el estómago vacío',
pedía. Y el que hacía de mi hermanito, saltaba: '¿No probaste con una lapicera?'.
¡Qué bochorno. Para olvidar. Bueno, para respetar. Simbolizó mi puerta grande a la televisión y el cine".
-Y detrás de ella, Dulce Ana, 90-60-90 Modelos; Mala época (un corto),
El faro, Verano del 98, Culpables, Déjala correr y Son amores.
-Exacto, lo último, Son amores, en tele y teatro.
-Genial, Son amores, mencionó. Tema amores. ¿Así que sale con el multifacético Guido Kaczka?
-Ja, no perdés la oportunidad, eh. Sí, noviamos. Nos conocimos en Verano… El hacía de Octavio, que era ciego, yo de Lola, que lo adoraba. Ahí empezamos.
-El cieguito le echó el ojo.
-Podría decirse.
Avanza entonces y memora que en lo laboral su Sofía de Culpables significó un desafío "grosso" y bastante peculiar. "Encarnar a una lesbiana y besar a otra mujer transgredía principios arraigados en la cabeza de uno. Recién cuando me convencí de que era parte de mi profesión,
acepté", admite. Y añade: "De última, mi Sofía no amó a la Romina de Gloria Carrá como mi Belén no amó al René de Pablo Rago el día que lo besé en Déjala correr. ¿Se entiende?".
-Se entiende que tocó el tema besos. ¿Cuándo, dónde y con quién debutaron sus labios?
-Durante 1998, en El faro, mi Aneta besó al Javier de, justamente, Mariano Martínez. El debut verdadero me lo guardo.
-¿También se guarda si alguna vez besó a un caballero mayor que usted, como lo concretó ante el Rafa (Nacho Gadano) de Son amores?
-Si de besar se trata, yo beso a Guido, que suma 24. No confundamos ficción y realidad. Unicamente me parezco a los Marquesi en que soy re familiera.
Cierra entonces comentando que nunca falta a la cena diaria con su madre, que vive en un tercer piso de Santa Fe y Pueyrredón, que cocina pollo con champiñones y papas, que lee a Sidney Sheldon, Mafalda y Pablo Coelho e Isabel Allende y escucha a Joaquín Sabina y Silvio Rodríguez, que hace velas, toca la guitarra, hincha por River Plate, huele a perfume Davidoff, nunca chequea sus e-mails, que carece de automóvil y que posee cinco amigas incondicionales, "Agustina, Sol, Rocío, Marina y Mercedes. Cero que ver con el medio", subraya.
-¿Aquellas palabrejas, ésas que acostumbra a inventar en el programa: Gendármeres (por gérmenes), angustamiento (por estado de angustia), concordia (por no generar discordia), insultaciones (por insultos), Manuel Guaquí (por lago Nahuel Huapi), ¿nacieron de usted o de los guionistas?
-Surgieron de manera espontánea, y de a poco, quedó la idea. Ocurre que Valeria Marquesi escucha y repite mal.
-Todo un personaje, Valeria.
-Chica macanuda, Valeria, aunque encaradora y acelerada a full. ¿Adónde me querés llevar?
-Desde luego, a la respuesta que recién esquivó: ¿usted se le parece en aquello de encarar a un señor mayor?
-Imposible. Ni de encarar a tipos mayores ni de encarar a tipos en general. Antes de Guido, prefería esperar… Y basta, porque cuando hablo de hombres, me pongo colorada.
crecer de forma lenta y segura. ¡Qué apuro tengo! Si todavía soy menor de edad", no miente.">
Con 19 años, y a pesar de participar en el programa éxito de la temporada, Flor desea "crecer de forma lenta y segura. ¡Qué apuro tengo! Si todavía soy menor de edad", no miente.
Valeria es encaradora y acelerada a full. Pero yo, nada. No confundamos ficción y realidad. Unicamente me parezco a los Marquesi en que soy re familiera".">
"Valeria es encaradora y acelerada a full. Pero yo, nada. No confundamos ficción y realidad. Unicamente me parezco a los Marquesi en que soy re familiera".