Es el segundo día de grabación. Julieta Ortega está distendida, a pesar del calor que empaña a Buenos Aires, a pesar de que hace un año no está delante de una cámara de tevé. Habla por teléfono con Iván Noble, su marido, recostada en una cama
king size de un albergue transitorio... A no asustarse. Esa habitación es el set de grabación de un nuevo capítulo de la serie
Infieles (Telefé), en el que comparte cartel con Antonio Birabent, Carolina Papaleo y Sebastián Estevanez. Es su regreso a la actuación, a ocho meses de convertirse en la señora de Noble.
-En Infieles, usted hace de mucama. ¿Alguna vez tuvo alguna fantasía y se disfrazó para su marido?
-No. Nunca tuve fantasías ni tuve la necesidad de disfrazarme para seducir a Iván.
-¿Y alguna vez fue infiel?
-Eeeh… ¿Si fue infiel? Me tengo que poner a pensar, pero igualmente nunca te lo confesaría (se ríe). Llevo muy poco tiempo de casada, y las veces que estuve en pareja tampoco necesité ser infiel, porque fue ahí donde quería estar. Todavía no comprendo muy bien de qué se trata la doble vida cuando nadie te obliga a nada.
-Pero después de convertirse en la señora de Noble, cambió de vida. Dejó de trabajar, se la ve menos de noche. ¿Tiene algo que ver Iván en todo esto?
-Todo tiene que ver con todo. Pero, principalmente, yo estaba saturada después de grabar durante todo el 2001. Terminé agotada con
22 el Loco, y para culminar, me pasó algo enorme: decidimos casarnos después de ocho meses de novios y de tres meses de convivencia. Ahí resolví tomarme un respiro y disfrutar del matrimonio.
-En realidad, habíamos pensado que se había tomado este tiempo porque quería tener un hijo.
-No. Los dos nos casamos muy enamorados, pero queremos disfrutar nuestra relación y no estamos buscando un hijo por ahora.
-¿Qué hizo en este año sabático?
-Tomé clases de teatro con Norman Briski, iba al gimnasio dos o tres veces por semana, acompañé el año laboral de Iván. Yo no había decidido casarme y dejar de trabajar. De hecho, en febrero vuelvo a la televisión con Disputas.
Julieta volvió a la tele y grabó junto a Sebastián Estevanez, Antonio Birabent y Carolina Papaleo.
Se va a España con Iván Noble. En febrero vuelve definitivamente a la pantalla como protagonista de Disputas.