Si Maria Antonieta viviese hoy, sería algo así como Paris Hilton. Ahora,
¿quién es esta chica? O la fortuna sobre la cual se sienta. La del imperio
hotelero Hilton -precisamente fundado por su bisabuelo Conrad- del cual su
abuelo Barron es el actual regente. Un imperio que embolsa alrededor de 400
millones de dólares por año. Y a esta deliciosa torta, bueno, ella será la
encargada de heredarla. Mientras tanto, a sus 23 años, se dedica a vivir, bueno,
a lo María Antonieta. Es decir, vestirse muy bonita con Dolce & Gabbana y
Gucci,
rodar la noche por Hollywood, Nueva York, Miami, Las Vegas, o donde mejor le
parezca, darle de comer a las columnas de chismes y gastar, gastar, gastar.
Comportamiento de heredera. Muchos dicen que es, por decirlo de tierna manera,
una completa idiota. Es lo que se ve en cámara. Tiene su propio reality show,
The simple life, donde junto a Nicole Richie -su mejor amiga, e hija del
cantante Lionel- recorre los Estados Unidos de América haciendo, bueno,
idioteces varias. Cosas de chica rica. Billetera mata cerebro. Y ahora, la
señorita Hilton lo pone todo en un libro, sus memorias, Confessions of an
heiress (Confesiones de una heredera). 198 páginas, por la editorial americana
Fireside, donde cuenta -y aconseja- cómo es vivir en una montaña de caviar. Como
dice ella: "Sacar tu heredera interna".
Eso sí, nada de perlas y guantes blancos. Lo de ella es un living la vida loca.
En su libro, ella dice: "No hay peor pecado en la vida que ser aburrida, y nada
más horrible que alguien te diga qué hacer. Eso es ser una heredera para mí:
estar al mando. Si tenés las ventajas del dinero, nadie tiene que ordenar tu
vida, excepto vos". Bueno, ella hace lo que quiere. Ahora, ¿cuál fue su golpe
final para entrar al mundo de la fama? Claro, modeló para un par de campañas y
actuó en un par de películas. Pero en realidad, todo fue por… un video porno. Lo
filmó a sus 19 años, con su chico de ese entonces, el productor de cine Rick
Solomon. Nada para el ojo público, hasta que saltó en Internet -un año y medio
atrás- por obra y gracia del despechado Solomon. Todo el mundo lo bajó de la web,
y vieron todo lo de Paris… y a Paris haciendo de todo. A ella mucho no le gustó,
pero a tontas y locas, se convirtió en una sex symbol, cosa que sí le gustó.
Ahora la chica reflexiona: "Soy una fantasía para mucha gente. Quieren creer que
yo me divierto más que ellos, que tengo menos problemas, que me despierto a la
mañana viéndome como una diosa y que me 'levanto' a los chicos más lindos. Nadie
quiere creer que tengo problemas. Piensan que llevo una vida perfecta. Y no sé
si es perfecta o no. Yo, simplemente, sonrío, y hablo lo menos posible. Así
genero mi misterio. Y quieren ser como yo. Si tengo un Rolls Royce, todos sueñan
con tener dos." ¡Epa!
Es la heredera del imperio hotelero Hilton, que factura 400 millones por año. Y lo disfruta.
Paris con su hermana menor, Nicky. ¿Carteritas de Louis Vuitton? Por supuesto.