"Tenemos buena onda, pero nada más que eso”, insiste Luisana Lopilato
(17). Desde hace casi dos meses, la joven actriz de Los secretos de papá repite
una y otra vez que, con Mariano Martínez (26), sólo la une una inocente amistad.
Pero nadie le cree, claro. Y las imágenes son más que elocuentes.
El viernes a la noche, como toda la comunidad artística, los dos actores fueron
parte del festejo del décimo aniversario de Pol-ka, en La Rural.
Allí, Lopilato y Martínez hicieron todo lo posible por evitarse. Sin embargo,
llegó el momento del show en vivo de Charly García, y frente al escenario se
unieron para disfrutar de las canciones del rock star. Sonrisas,
movimientos de cabeza y murmullos al oído. Pero cuando se les preguntó por el
amor, los ojos de Lu brillaron –divina con su nuevo look, con su pelo más
corto y desmechado–, Martínez se puso serio y no quiso fotos. Hasta que se
hicieron las 2.30 de la madrugada y los protagonistas comenzaron a armar la
retirada con disimulo. La lolita saludó a sus amigos por su lado; y Mariano
–como si no reconociera a su amada– hizo lo suyo, por el otro. Pero se
encontraron en el ascensor, para el escape clandestino. Llegaron a la puerta, y
Luisana, fiel a la puesta en escena, mantuvo la línea y se alejó de su hombre
para hablar por teléfono. Como en las novelas sentimentales, la pareja, al final
y luego de innumerables inconvenientes, se reencontró y subió al auto del actor.
Mariano Martínez, a diferencia de otras veces, relajado se rió al verse “cazado”.
Está contento y se le nota. Cerca de estrenar por Canal 13 la nueva comedia
Una familia especial que lo tiene de protagonista, el actor vive este nuevo
romance con intensidad.
Luisana, en cambio, intentó ocultarse detrás de un pañuelo. Rápidamente el
Audi se lanzó a las calles y –tras una escala en el departamento de Mariano–
frenó en la casa de la joven, en Parque Chas. En la puerta, papá Lopilato
aguardaba a la nena en shorts, musculosa y pantuflas. Seguramente seguirán
negando el romance. Y seguramente el amor crecerá día a día.
Luisana y Mariano intentaron pasar desapercibidos durante gran parte de la fiesta de Pol-ka. Sobre el final, los descubrimos.
Luisana evitó a su chico, hasta que tocó Charly García. Allí, secretearon y bailaron. Después intentaron escapar en silencio. Ella se cubrió la cara con un pañuelo, y su papá la recibió en la puerta de la casa en shorts, a las tres de la mañana.