Como todos los años, la rama más familiera de los Grimaldi hizo su excursión a la nieve. Carolina de Mónaco y su, por el momento, repuesto marido, Ernst August, príncipe de Hannover, juntaron a sus hijos y aterrizaron en el destino vip austríaco de Zurs. Pero quien despertó los mayores suspiros entre los esquiadores fue, obviamente, su hija mayor, Charlotte. El varón de la familia, Pierre Casiraghi, prefirió la soledad.
Carolina de Mónaco, cargada en Zurs.
Pierre Casiraghi, sex symbol real.
Charlotte y su alegre novio, Félix Winckler.