Después de un comienzo diez años atrás en Chiquititas, la actriz –y eximia jugadora de fútbol desde la infancia– brilla en su primer protagónico en TV en Argentina, tierra de amor y venganza. Su difícil relación con la fama, su opinión acerca del caso Darthés, cómo es refundar la soledad después de una relación de cinco años y un singular spoiler acerca del final de la serie éxito de eltrece.
La actriz que interpreta a Francesca en Argentina, tierra de amor y venganza (eltrece) lleva un año intenso, mixturado con el vértigo de su primer protagónico y con el revisitar su libertad y refundar su autoestima después de cinco años en pareja. No sólo no tiene mucho tiempo para pensar en “construcciones de amor perfecto, que no existen”: su schedule de grabaciones no le da respiro, pero siempre se hace lugar para el deseo, como cuando todas las semanas va a jugar fútbol, “un deporte que practico desde chiquita, pero del que ahora nos apropiamos todas las mujeres”. En una charla relajada y sin condicionantes, su difícil relación con la fama, lo que aprendió de su accionar con Actrices Argentinas y un singular spoiler acerca del final de la serie éxito de eltrece.
–¿Cómo te pegó la popularidad definitiva con este personaje de ATAV?
–No sabría decirte cómo me pegó la fama. Mi familia y mis amigas me preguntan cómo estoy con todo esto... Y sí, veo más reconocimiento. No sé si es un escudo que tengo para resguardarme, pero no soy muy consciente. Como hay tantas miradas sobre uno, mi ejercicio es que me empiece a importar menos la mirada de les otres, porque si no, me voy a volver loca. Hace diez años que trabajo de esto y aún me afecta el ojo ajeno... Tengo mis inseguridades.
–Con Delfina Chaves y Albert Baró conformaste el trío más querido y consumido de la novela. ¿Cuál creés que es el verdadero encanto de tu personaje?
–Tratamos de acompañarnos los tres en este proceso, que fue muy nuevo. Para Albert era su primera experiencia en la Argentina, y para Delfi y para mí, el debut protagónico en televisión. El encanto que tiene mi personaje (Francesca Moretti) es que hay muchas mujeres que se sienten identificadas con su fuerza y quieren ser ella. Desde el primer día que la leí, ya la quise.
–Matías Mayer habló acerca del guión del final. ¿Es tan intenso como nos podemos imaginar? Sin spoilers, ¿cómo definirías el cierre de esta historia?
–Sí, se pone heavy. Creo que es una historia muy difícil de cerrar, y eso es lo que tiene de atractivo, al haber tantos personajes y muchos conflictos diferentes, sin contar con que a la tira le fue muy bien y hubo que estirarla y agregarle más historias. El final es contundente, fiel a esto que tiene la tira, donde no paran de pasar cosas. Los va a sorprender.
–Hace poco contaste una situación de acoso por parte de un actor del que preferiste no dar a conocer el nombre. ¿Creés que los hombres aprenden realmente y son conscientes de sus errores, o fingen disculparse sólo por miedo a “represalias”?
–Yo creo que no puedo meter en la misma bolsa a todos los varones. A mí me pasó con grupos de amigos, de decirle a alguno que si no hablaba con ese que tiene actitudes que no están buenas, el grupo estaba avalando el abuso o el acoso de tal persona. Estaría bueno que empiecen a interesarse por palabras como “sororidad” y que lean a Judith Butler o a Luciana Peker, que se informen un poco. Muchas veces te dicen acerca de algo que pasó “pero eso no fue abuso”, porque lo asocian a un violador. Pero hay muchos tipos de abuso. En vez de decirnos “exageradas” o “feminazis” fíjense bien, porque están abusando de su rol en la sociedad. Es muy difícil el proceso y el cambio tiene que ser de toda la sociedad.
–Respecto al caso de Thelma Fardin y el pedido de captura de Juan Darthés, ¿creés que una condena ejemplificadora sería la única manera de que la sociedad entendiera?
–Lo único que se puede pedir hoy en concreto es justicia. Y la Justicia no siempre responde. También está el escrache, al que yo antes me oponía, porque me parecía una condena que sólo excluía y no permitía que se repiense acerca de los actos... Pero me parece lo único disponible frente a la no respuesta de la Justicia. El caso de Thelma sería la primera vez que la Justicia actúa como corresponde. Yo no creo que la solución sea que todos los violadores vayan a la cárcel, pero es lo único que está a nuestro alcance como sociedad.
–¿Qué aprendiste de tu accionar con Actrices Argentinas?
–Aprendí no sólo que con mis amigas podemos hacer un cambio tan grande en la sociedad, sino que todas las mujeres podemos lograr la unidad. Siempre se encargaron de enfrentarnos. El colectivo me despierta la esperanza de que gente que no piensa igual –sea macrista o kirchnerista– puede unirse por un mismo propósito.
–Seguís jugando al fútbol como cuando eras chiquita, y reivindicás que a las mujeres nos pertenece, aunque históricamente siempre nos excluyeron. ¿Qué es lo que más disfrutás de esta nueva apropiación para nosotras?
–Yo tuve la suerte de que desde chiquita mi papá me pasó la pelota, entonces siempre jugué al fútbol. Pero te setean para ser mami y lo primero que te dan es una muñeca. Yo recién ahora me estoy preguntando si quiero ser madre: hoy muchas se preguntan si les dan ganas de jugar a la pelota. Es muy importante que nos adueñemos de las canchas y que los varones se corran de ese lugar de detentar que es un deporte suyo.
–¿Y el amor? ¿Estás en pareja?
–Me separé en diciembre del año pasado (N.d.R: Del director de cine Julián Tagle) y transité todo este año sola. Con la vorágine de la tira, conociéndome y escuchando mi deseo, porque estuve cinco años de novia. Y aprendiendo las cosas que no me gustan de los vínculos, para no repetirlos.
–¿Qué es lo que más reivindicás de amarse a una misma y la libertad de poder tener relaciones sin necesidad del amor romántico?
–Creo que el amor propio es un ejercicio constante. A mí me cuesta ponerme en primer lugar sin sentir que soy egoísta. Por momentos estoy re bien, y en otros no. Además, me encanta decir “amor libre”, pero cuando te pasan cosas fuertes por alguien tenés que estar atento a que no vuelvan las cosas que no te gustan del amor romántico. Le llamo así a la idea de que alguien te sostiene, y de depender del otro.
–¿Pensás en la maternidad? ¿Considerás que podrías llegar a desear ser madre y tener un hijo con un/x amigx?
–Sí, desde chica quiero ser madre. Me encanta la idea de les niñes. Soy un poco madre de mis amigues y ocupo un poco ese rol, pero ahora me lo estoy preguntando. Me pregunto si tendría un hije con alguien que amo o un hije sola, o con amigues. Ahora mismo pienso que ni loca, pero me pasa que me tengo que encargar de mí y es mi primer año sola.
Fotos: Gentileza Anita Thomas @anitathomasph.
Estilismo: India Buselli @indiabuselli para @bullmediagroup.
Make up: Delfina Cianni @delfinacianni para @estudioduo.