Todo empezó con un faltazo. Después otro, y otro, como si fuera un declive en capítulos. Hasta que se hizo insostenible: un día llegó a tomar lavandina por error, se intoxicó, vomitó sangre y la internaron. Fue un incidente aislado, o parte de una mala racha, pero todo llevó a que a sólo tres meses de haber comenzado a encabezar Desayuno americano en las mañanas de América, Ernestina Pais (41) debiera anticipar su renuncia al ciclo. Es que la animadora no viene pasando por un buen momento personal.
Ella misma lo explicó. “Lamentablemente estoy sufriendo una enfermedad conocida comúnmente como ataque de pánico. La misma es imprevisible y me hace fluctuar a momentos muy angustiantes. La mejor forma de enfrentarla es darle tiempo, y así poder superarla con apoyo terapéutico. Es por eso que no me siento en la plenitud de mis aptitudes para encarar en estos momentos la conducción”, escribió el 9 de mayo en un comunicado. Pero el misterio, lejos de disolverse, creció mucho más de lo esperado.
Además, se dijo que Benicio (8), el hijo de Ernestina y Alejandro Guyot –su anterior pareja–, se habría ido a vivir con el padre mientras la mamá superaba su duro trance. La conductora no dijo nada al respecto, ya que durante días no salió de su casa de Vicente López ni enfrentó los micrófonos. Su novio, Nicolás Pinto (43), tampoco habló del tema, al mismo tiempo que los vecinos de su PH de Palermo (donde Ernestina pasaba muchos días) aseguran que desde que comenzaron los problemas ya no se los ve paseando juntos por el barrio –como solían hacerlo–, y tampoco concurren a Niceto, boliche de la zona, del cual Pinto es dueño. El cambio lo anunció ella en el mismo comunicado, agregando: “La situación en que me encuentro compromete seriamente mi desarrollo dentro del programa, por ello y por el enorme respeto que tengo a mi profesión, a la productora y al público, lo mejor es tomarme un tiempo hasta que me reponga”.
Lo cierto es que, siguiendo el consejo de su terapeuta, Ernestina cortó con su vida laboral y nocturna y se encerró en su casa. Sus íntimos cuentan que evita lo máximo posible salir, y que comenzó varias terapias alternativas para recuperarse: contrató a una profesora de yoga para estirar y relajarse, empezó a estudiar piano y canto, y pasa las tardes junto a su pareja y amigos. Desde el círculo íntimo confían en que se va a reponer pronto, e incluso ella misma tiene fe en que podrá volver a la pantalla en cualquier momento. Por lo pronto, este lunes 20 de mayo pisó la calle. Súper arreglada, subió a su camioneta junto a una amiga y enfiló hacia el Centro. En los pasillos de América no descartan un regreso, pero habrá que esperar para ver cómo continúa no sólo la historia sino, más importante en estos casos, la salud de Ernestina.
Es la primera foto desde su alejamiento de la tevé. Después de muchos días de descanso, Ernestina salió a la calle acompañada por una amiga.
Ernestina sufre ataques de pánico. En busca de un respiro se alejó del programa, y empezó a tomar clases de yoga ashtanga, piano y canto.
Lunes 20 de mayo a media mañana. Ernestina parte de su casa y se sube al volante de su camioneta. Su novio, Nicolás Pinto, estuvo con ella todo el fin de semana. El domingo varios amigos la visitaron y le llevaron facturas. La conductora se está refugiando en sus seres queridos para reponerse.