Aún no tuvo antojos. Se siente más tranquila que durante el embarazo de Diego Fernando, porque ya conoce los síntomas y cambios que se producen en el cuerpo. “Estoy feliz y ansiosa, porque esta semana voy a saber el sexo de mi bebé. En los últimos días presentí, por los síntomas, que va a ser varón. Porque me pasan las mismas cosas de cuando estaba esperando a Dieguito”, cuenta Verónica Ojeda (35) antes de entrar al té que organizó Dulce Granados –madrina de Dieguito Fernando (1)–, para festejar el Día de la Mujer en el Holiday Inn de Ezeiza. Son las cinco de la tarde del domingo y los padres de Ojeda, Rufina y Carlos, llevan a su hija hasta el hotel –muy cerca de su casa– porque el médico le recomendó que no manejara durante el embarazo.
De vestido negro, stilettos, el pelo recogido con un gran broche, Verónica sonríe. “Me siento espléndida”, dice. Y se le nota, tanto como la pancita de tres meses que ya empieza a asomar.
–¿Diego te llamó para saludarte o te mandó flores por el Día de la Mujer?
–No. No tengo comunicación con él desde hace rato. Aún no hablamos del embarazo, ni llamó a Dieguito para su cumpleaños... y eso me duele. Pero yo no voy a juzgarlo: siempre voy a criar a mi hijo con mucho amor y hablarle bien de su padre, más allá de las diferencias que puedan existir entre nosotros.
–Ahora podría llamarte, porque está solo, y Rocío Oliva volvió de Dubai.
–Sí. La verdad, me gustaría que me llamara, para ver cómo está su hijo. Me encantaría contarle que ya camina solo y patea la pelota.
–¿Si es varón le vas a poner Milo?
–No, aún no tengo definido el nombre. El viernes de esta semana me tengo que hacer una ecografía para saber el sexo. Ojalá sea varón, así me ahorro de comprar un montón de ropa. La semana pasada me hice unos análisis de sangre y orina, porque había bajado tres kilos, pero mi médico me dijo que no me preocupe, porque el bebé está bien.
–¿Qué pasa cuando te mirás al espejo y ves crecer nuevamente la pancita?
–Me emociono todo el tiempo y la acaricio. Pienso cómo se llevará el bebé con Dieguito. Todos me dicen que los chicos nacidos bajo el signo de Virgo (la fecha prevista para la cesárea es el 10 de septiembre) son muy dulces, cariñosos, aplicados y obedientes. Si sale con todas esas cualidades, va a ser el mejor bebé.
–¿Con Rocío lejos de la vida de Diego se abre una puerta de reconciliación entre ustedes?
–La verdad, no sé. Diego es impredecible. Sólo el tiempo dirá qué pasará con nuestra familia. Nosotros tenemos que hablar muchas cosas por todo lo que pasó. En diciembre me di cuenta de que el amor que sentía por él no se me había ido... Por eso estuvimos juntos. Pero después de lo que pasó en Dubai, y de que no haya llamado a su hijo para el cumpleaños, me hizo sentir muy mal. Estoy muy dolida.
–Dicen que él se enojó con Oliva porque ella le decía que si no se casaban iba a participar del Bailando. ¿Creés que puede ser cierto?
–Es todo muy extraño. Ellos se comprometieron hace poco (14 de febrero) y me parece raro que ya se hayan peleado. Igual, en diciembre Diego me contó que quería cortar la relación, pero que no sabía cómo sacársela de encima. Lo que pasó ahora realmente no lo sé, ni me importa. Sólo quiero que él tenga una buena relación con sus hijos.
–¿Fuiste a visitar a Don Diego después de que lo operaran?
–No, fui antes. El tenía un temita, y el urólogo le recomendó operarse. Quiso hacerlo después del cumpleaños de Dieguito Fernando. Sé que está mejor, recuperándose en la casa.
–¿Cómo está Dieguito con respecto a tu embarazo?
–Fue el primero en darse cuenta de que estoy embarazada. Es muy intuitivo y últimamente sufre de mamitis. No se despega ni un segundo de mí, y ahora menos. Para colmo, la chica que era su niñera dejó de trabajar en casa porque está embarazada, así que imagínate...
–¿Es difícil criar sola a un hijo?
–Me siento orgullosa de ser madre soltera y estar esperando otro bebé. Pero no es fácil criar sola a un hijo. Menos ahora, que van a ser dos. Gracias a Dios, tengo la ayuda de mis padres, de mi hermano Fernando, de mi cuñada Heidi y de un grupo reducido de amigos que nunca dejaron de acompañarme.
–¿Qué cosas te gustaría que fueran distintas después del nacimiento de este nuevo hijo?
–Poder amamantarlo mucho tiempo. Con Dieguito me quedé sin leche. Si no, hubiese seguido dándole la teta. Los médicos me dicen que pudo haber sido por todo el stress que viví durante el embarazo. Por suerte, a pesar de eso es un bebé muy sano, y le encanta tomar la mema. Ahora quiero disfrutar de este embarazo a full y no ponerme nerviosa por cualquier cosa. Yo no quedé embarazada a propósito, ni tampoco me hago la víctima. Soy consciente de lo que hice y me hago cargo.
–¿Seguís pensando en construir una familia con Diego?
–Hoy creo que es imposible, aunque él este solo. Lo único que sé es que quiero salir adelante junto a mis hijos. Ellos son el motor de mi vida.
El primero en darse cuenta de que ella está embarazada fue Dieguito Fernando. El viernes 14, cuando se haga la ecografía doppler, ya podrá escuchar los latidos y sabrá el sexo del bebé.
Verónica asistió el sábado al té que organizó Dulce Granados, la madrina de Dieguito Fernando, en el hotel Holiday Inn de Ezeiza. La diputada del FPV y mujer de Alejandro Granados –ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y ex intendente de Ezeiza–, se sorprendió mucho de cómo creció la pancita de Vero en una sola semana. Pero el gran protagonista de la tarde fue el pequeño Dieguito, quien no dejó de correr y jugar.
“Me siento orgullosa de ser madre soltera y de estar esperando otro bebé. Pero no es fácil criar sola a un hijo, y menos ahora que van a ser dos”