Cruce de celebridades, exquisiteces en los platos, buena música y la posibilidad de colaborar con los miles de bebés prematuros que nacen en nuestro país… ¿Cómo negarse? Igual que hace años, UNICEF Argentina convocó a su Gala Anual en el Four Seasons Hotel de Buenos Aires y el resultado fue más que satisfactorio: entre invitaciones y sorteos –más el redondeo que hizo el HSBC– la recaudación fue de 1 millón de pesos. De esta manera, el proyecto “Maternidades Seguras y Centradas en Familia” podrá mejorar la atención a embarazadas y recién nacidos en los hospitales públicos más importantes del país. Y mientras tanto, la gala fue una genial excusa para colaborar.
BUENA VOLUNTAD. Falta una hora para que los invitados empiecen a llegar, cuando el equipo de Mass + Grupo PR –a cargo de la convocatoria– recibe una noticia de último momento: Natalia Oreiro, siempre ligada a UNICEF y en esta oportunidad convocada para conducirlo, no puede asistir a la Gala porque su marido, el músico Ricardo Mollo, sufrió una fuerte contractura. Los organizadores recurren entonces a “una copada que siempre pone el hombro”: Verónica Lozano. Y de pronto, todos hablan de lo que pasó un año atrás, cuando para el mismo evento Lozano y Oreiro ¡coincidieron en el vestido! UNICEF tiene otro as en la manga: Julián Weich, su histórico Embajador de Buena Voluntad.
Son casi las nueve cuando las primeras celebridades llegan a La Mansión del Four Seasons, por la subida de la calle Cerrito. Flor de la V está acompañada por su marido, Pablo Goycochea. “Pensé que no iba a poder venir. Por suerte los chicos están mejor. Lo que pasa en casa es que cuando uno se agarra un virus, inevitablemente se contagia el otro. Acá empezó Isabella y después le tocó a Paul”, comenta Flor con Solange Cubillo, modelo ícono de Jorge Ibáñez, y de ahí, muy amiga de Florencia. De hecho no se separaron en toda la noche y hasta se fueron un rato a chusmear al baño, con Soledad Ainesa y Cintia Garrido.
Al rato aparecen Alejandro Fantino y su mujer, Miriam Lanzoni. Enseguida se cruzan con una pareja de larga data, Dolores Barreiro y Matías Camisani –llevan 17 años juntos–. “A vos sí que te sienta bien el paso de los años. Los llevás con onda”, le dice el periodista a Camisani. “Uh, ya son las diez y media”, exclama Fantino. Tiene que correr al piso de América donde en un rato conducirá Animales sueltos. Antes deja a su mujer muy bien acompañada por la siempre espléndida Ginette Reynal –que llegó sola y charló con todo el mundo–, Karina Mazzoco y Cristina Pérez.
En la antigua casona de los Alzaga Unzué, Ernestina Pais busca un lugar cómodo dónde sentarse. Lleva una bota por un esguince en la pierna derecha porque “me doblé el pie el otro día en Tecnópolis” y dice estar cansada de que le pregunten por el tema.
Un trío de bellezas que ronda los 30 da que hablar en la mansión: Agustina Cherri, Agustina Córdova –fue sin su pareja, el tenista José Acasuso– y Brenda Gandini –también sin Gonzalo Heredia–. Con sonrisa tensa, Cherri aprovecha para aclarar sobre las fotos con Gastón Pauls en Disney: “Estamos separados. Es sólo que tenemos una familia. El siempre va a ser el padre de mis hijos…”.
FIESTA QUE SUMA. Los invitados pasan al salón Félix, en el sector más moderno del hotel, que Javier Iturrioz ambientó emulando los años 50. El banquete, preparado por el cheff Juan Gaffuri, consta de tres pasos: primero, beignets de centolla, tarta de tomates asados, emulsión de hierbas frescas, ensalada de hojas mini; después, lomo con crocante de chimichurri, puré de apionabo, cebollitas encurtidas, repollitos de Bruselas y habas; y de postre, parfaits, peras y membrillos confitados.
Ya en las mesas sobresale la imponente Sofía Zámolo, acompañada por nuevo novio con nombre de calle, José Félix Uriburu, alias Joe. “Estamos muy bien juntos”, esboza la rubia. Después le toca el turno a Gino Bogani. El diseñador cumple años y con torta y cantito, Karina Rabolini y los directivos del hotel lo festejan ante los doscientos invitados.
La competencia por llegar al millón de pesos desata una verdadera riña de mesa a mesa y los sorteos que le siguen generan cierto delirio incluso entre los invitados más famosos. Hay desde estadías en el Four Seasons Hotel Maldivas –se la ganó Iturrioz– a un anillo de Rubi Rubi y entradas vip con acceso a camarines para ver a Violetta (donación de la mismísima Martina Stoessel).
¿Música para animar la noche? Claro. Primero fue el turno de VOXPOP, una banda de rock sin instrumentos, que sorprendió por su versatilidad. Pero el momento sublime llegó a las 12 de la noche, cuando Griselda Siciliani se subió al escenario con Carlos Casella, su partenaire en el show Estás que te pelas, que se presenta en el Maipo.
La actriz había dejado en su casa a su hijita, Margarita, a pesar de que estaba afiebrada. Adrián Suar iba a ser de la partida, pero tuvo que viajar a una reunión en Mar del Plata. Entonces sí, con Siciliani cantando su híper sexy versión de La ventanita, la pista se empezó a llenar. Débora Bello –sin Diego Torres, que estaba de gira– se animó a dar los primeros pasos. La siguieron Flor de la V y Agustina Cherri, en otro sector de la pista. Así la fiesta alcanzó su punto más alto. Aunque, claro, lo más reconfortante volvió a ser colaborar con Unicef en su misión de asistir a los bebés prematuros.
Sofía Zámolo por Natalia Antolín.
Brenda Gandini by Pablo Ramírez.
Solange Cubillo, Julieta Novarro, Karina Rabolini, Flor de la V, Gabriel Oliveri y Vero Lozano.