Natalia Denegri, su trabajo como periodista y actriz la transformó en una persona solidaria – GENTE Online
 

Natalia Denegri, su trabajo como periodista y actriz la transformó en una persona solidaria

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Dos décadas atrás, cuando apenas tenía 19 años, pasó por el momento más difícil de su vida. “Fue triste; salía del secundario y me engañaron. Dos adolescentes de mi edad (Nota de la Redacción: Samanta y Julieta) me durmieron, convocaron al Conejo Tarantini, avisaron a la policía, al juez (Hernán Bernasconi), y cuando despierto en mi departamento veo que se lo llevan detenido: todo armado”, cuenta Natalia Denegri (40), todavía espantada ante ese recuerdo. Y agrega: “Quedó demostrado luego, en el fallo judicial, que yo no conocía a los que investigaban ni tampoco al magistrado. Y que nunca colaboré con ellos para perjudicar a nadie. Fui una víctima más y por eso resulté sobreseída”, explica. Luego sucedería que quienes se aprovecharon de ella –las chicas, Bernasconi, su secretario y los pesquisas– fueron procesados por doble privación ilegal de la libertad. Y llegarían los realities mediáticos... Hasta que Natalia decidió que era hora de aprovechar esa mala experiencia para reorientar su vida. “Tomé la parte negativa de haberme expuesto y dije: ‘Basta, quiero otra cosa’. Empecé Abogacía, dejé y me puse a estudiar teatro con Dora Baret, lo que fue clave y muy positivo: un verdadero clic. Hice dos temporadas sobre el escenario, luego trabajé en el ciclo Angeles o demonios, conduje Solo polo en San Luis... Y llegó a mi vida el director de cine Rodolfo Carnevale, que tenía un hermano autista, proponiéndome un papel en El pozo (junto a la misma Dora, Eduardo Blanco, Patricia Palmer y Juan Palomino), que trata muy especialmente ese tema. Todo eso despertó en mí las ganas de ayudar a quien lo necesite. Ahí me di cuenta de que la solidaridad era una premisa en mi vida”.

–¿De qué te arrepentís?

– De haberme expuesto en la tele, nada más. Tené en cuenta que era una chica... Pero crecí rápido, mejoré. Después de esta peli que llegó inesperadamente, y gracias a lo solidario, gané el premio Revelación en la Muestra Internacional de Cine Independiente de Mineral Pozos, en Guanajuato, México, que también conduje en 2012. El pozo siguió ganando premios y me invitaron a Miami, donde terminé instalándome hace seis años. Siempre me acompañó en todo Daniel (empresario gastronómico), quien está a mi lado desde 1995, primero como novio, luego como marido. En 2014 llegó Nicole, nuestra tan esperada hija. Formamos una linda familia. Estamos buscando un hermanito para ella.

–¿Por qué destacás que fue tan deseada?

–Porque, como toda pareja que se ama, anhelábamos que llegara el hijo tan soñado, y simplemente no se daba. Quizá tanta ansiedad... Pero Nicole es una niña tan especial que valió la pena la demora, jaja.

–¿Continuaste con lo solidario después de hacerte conocida?

–Claro. Por eso me convocaron para hacer Corazones guerreros en CNN latino, un hermoso programa periodístico con gran contenido social. Fue tal el impacto que abrí Trinitus, una productora de documentales. Hicimos uno mostrando la realidad de Venezuela, por el que ganamos un Emmy en 2015. Ahora estoy impulsando una campaña de concientización para que la gente no escriba mensajes en su celular mientras conduce el auto: hoy eso provoca demasiados accidentes... Bueno, ese enfoque –y cómo lo elaboramos– nos permitió competir por otro Emmy.

–¿Cómo llegaste a filmar en Europa?

–Es como una rueda: el costado social que me impulsó la película me permitió hacerme más conocida como actriz, y mi trabajo como actriz y periodista me convirtió en una persona solidaria... Me ofrecieron filmar en Italia Uma. Me interesó porque se tocaba con gran sensibilidad el tema de la eutanasia, que es tan delicado. Se trata de un thriller romántico con un buen mensaje. Filmé junto al actor y director de tevé venezolano Henry Zakka, muy reconocido. Se estrenará en Europa el próximo abril.

–Teniendo en cuenta tus años en Miami, ¿cómo ves a Donald Trump de presidente?

–Me parece que va a favorecer el mercado interno, que se ha perdido. No me gustaron las frases misóginas, pero pidió perdón. Ojalá no haya problemas de racismo. Deseo que su tarea beneficie a todos por igual.

–¿Te conectás con lo que pasa en Argentina?

–Por supuesto. Ayudo en todo lo que puedo. A la hora de la solidaridad, no me olvido de mi país. Estoy muy cerca de Mariana Girela, una chiquita de Claypole que padece esclerosis múltiple. Como vive en un segundo piso sin ascensor, todo se le dificulta más: no puede ir ni a estudiar. Les pido a los políticos de allá que la ayuden, por favor... Además, pronto haré documentales en la Argentina junto a Paulo Kablan, reconocido periodista y mejor persona. Me hace mucho bien ayudar y estar al lado del que lo necesita. Por eso le pido siempre a la Virgen de Guadalupe, de la que soy devota, que me dé salud y fuerza... Del resto me ocupo yo.

 Natalia en las calles de Roma, después de filmar Uma, que se estrenará en abril de 2017. “Me interesó porque se tocaba con mucha sensibilidad el tema de la eutanasia, que es tan delicado”, explica. Allí también visitó a su familia materna.

Natalia en las calles de Roma, después de filmar Uma, que se estrenará en abril de 2017. “Me interesó porque se tocaba con mucha sensibilidad el tema de la eutanasia, que es tan delicado”, explica. Allí también visitó a su familia materna.

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