La escena se da un viernes de marzo en Solid Gold, un famoso club de strippers de Fort Lauderdale. Stormy Daniels entra para su show lookeada como la Mujer Maravilla. De fondo suena American Woman en la voz y la viola de Lenny Kravitz. Justo para ella, la actriz porno que por estos días hace temblar a los Estados Unidos.
Es que la mujer de casi 40 años que confesó haber tenido un affaire con el presidente Donald Trump hace una década, no para con su raid mediático. Ya pasó por el late night show del animador de moda, Jimmy Kimmel, y este finde se sentó con Anderson Cooper para el famoso 60 Minutes y siguió moviendo las sábanas del mandatario.
¿Por qué lo hace? La rubia denunció una amenaza de la seguridad de Trump. “Olvida el asunto. Es una lástima que una niña tan bonita se quede sin madre”, asegura que le dijeron cuando salía en el auto con su hija. Por un lado, quizá busque protección.
Y, por otro, un acuerdo más justo que el que rubricó antes de la campaña presidencial: “Me llamó su abogado y me ofreció un acuerdo de confidencialidad por 130 mil dólares, que firmé sin pensar”. Aunque ella sostiene que lo que más le molesta es mentir. Entonces, de a poco, se van agregando piezas en el mapa del affaire de Trump con esta actriz y productora de películas eróticas.
Este fin de semana, en su segunda entrevista en tres días, Stephanie Clifford –tal su verdadero nombre– apareció en el famoso programa de CBS, 60 Minutes. En pleno prime time, contó que conoció al presidente de los Estados Unidos en 2006 en un torneo de golf en lago Tahoe, en el límite entre California y Nevada. “Me invitó a cenar y terminamos en su habitación”, arranca.
Ella tenía 28; él, 61. “No me gustaba”, aclara. Y suma este dato: “Lo hicimos sin protección, de común acuerdo”. Entonces, reproduce el diálogo que tuvieron al entrar en la habitación: “¿Has visto mi última revista?”, le preguntó el millonario, señalando su cara en una portada. “Alguien debería darte unos azotes con eso”, contestó ella, insolente.
“Guau, eres especial. Me recuerdas a mi hija”, jura que le dijo Trump tras recibir los chirlos prometidos. Mientras el presidente americano intenta limpiar su imagen, el tema deja los medios del corazón para colarse en The Washington Post y tomar fuerza en CNN.
Y, a la infidelidad, se suma la amenaza de muerte. Entonces Stormy, que parecía una pequeña tormenta en la vida de Donald John Trump, se ha convertido en un verdadero tsunami. “No tengo por qué mentir”, argumenta ella.
Por Julián Zocchi
SEGUÍ LEYENDO:
A menos de un mes de ser padres, Mónica Antonópulos y Marco Antoncio Caponi de paseo
Las primeras fotos de Laurita Fernández como Sugar Kane
Chyno Agostini en una producción de fotos provocadoras y divertidas