La expareja de la cantante acusa al que fuera su suegro de abuso físico a uno de sus nietos.
Un juez estadounidense resolvió reducir la custodia que la cantante tiene sobre su dos hijos. A partir de ahora solo dispondrá de un treinta por ciento del tiempo para estar con Sean Preston y Jayden James, de 13 y 12 años respectivamente. Mientras que el bailarín Kevin Federline, su exmarido, tendrá un setenta por ciento de los derechos de custodia.
Para tomar tal decisión, el juez dio crédito a las denuncias que indicaban que el padre de Britney, Jamie Spears, abusó físicamente a sus nietos. Según relata el portal TMZ, el exsuegro de Kevin Federline golpeó al mayor de los hermanos después de una discusión entre ambos. El niño se escondió en una de las habitaciones de la vivienda en la que se encontraba, pero su abuelo derribó la puerta y le agredió físicamente. La policía aún investiga todavía el caso, aunque el menor no presentó contusiones ni heridas visibles tras la denuncia de estos hechos.
Hasta el momento, y desde 2008, Spears y Federline tenían un acuerdo de custodia compartida a partes iguales. Llegaron a este acuerdo después de un año y medio de disputas en los juzgados como consecuencia de los excesos y problemas mentales de ella. La cantante vivía unos momentos complicados, sus problemas con el alcohol y las drogas, hicieron que su expareja pidiera análisis periódicos de control y ella los intentaba evitar a toda costa. Meses después ingresó en un hospital psiquiátrico, escoltada por la policía de Los Ángeles, que formaba una comitiva en la que también participaron una docena de agentes en moto, dos helicópteros, varios coches y un nutrido grupo de periodistas y paparazis.
El padre de Spears jugó un importante rol en los momentos más duros de la vida de la cantante, asumiendo su tutela cuando ella fue ingresada y perdió la custodia de sus hijos. Él fue también quien asumió en un primer momento el cuidado de los chicos. Spears salió de rehabilitación ese mismo año, volvió a los escenarios con su canción Womanizer, se rapó la cabeza y recuperó la custodia de los hijos.